El Pepé, nuestro Partido, es amigo de los empresarios,
emprendedores, gente de provecho, que aúna todas sus posibilidades e invierte y
arriesga su dinero, su mucho dinero, para levantar empresa, para levantar
España. Por eso somos amigos suyos y los defendemos, y cuando nos reunimos en
nuestras múltiples Cámaras, despachos o Sedes de Partido, les preguntamos qué
necesitan, qué podemos hacer por ellos. Y los empresarios nos consultan y nos
cuentan sus proyectos, y los retos que quieren emprender y a lo que están
dispuestos
Y todo funciona y nos conocemos
todos. Cualquier Presidente de Partido regional conoce al Presidente de
empresarios de su Comunidad, y quedamos muy a menudo, sobre todo a comer, en
fabulosos restaurantes, como los de nuestro amigo Arturo Fernández, donde
comían día sí, día también, Manzano, Gallardón o Botella, junto a Arturo Díaz
Ferrán y al pequeño Nicolás.
Por eso, cuando caen en desgracia
y les pillan, y hay un policía, un fiscal o un juez rojo que los arrincona y no
podemos pararlos –ni siquiera con la mediación de Jorge Fernández Díaz– nos
duele y mucho. Pero sabemos que son
4 gatos: Correa, Bárcenas –grandísimo emprendedor: 47 M€– Rato o Blesa,
y sus 4 secuaces: El Bigotes, Camps, Barberá o Granados, y nadie más. La
corrupción es cosa de pocos, y tampoco eran nuestros amigos, ni los conocíamos
tanto, se colaron en la estructura noble de nuestro Partido, por Génova 13, y
punto. 4 manzanas negras que había que sacar, que hay en cualquier familia,
empresa o mafia.
El Pepé, nuestro Partido, es adepto al catolicismo, al
Papado, pero no al papado rojo de Jorge Mario Bergoglio, sino a la santidad más
nuestra y española de la Obra Diaria, esa que levanta escuelas y las hace
crecer y las dota con canchas de tenis, piscinas cubiertas y farolas nuevas.
Todo muy bien alumbrado. Nuestro Partido es amigo de los Campus Religiosos
Educativos, todo bien
pagado con dinero
público, y bien concertado con la Iglesia española de la Obra Diaria, y
no el Bergoglio ese, rojillo argentino.
Por eso, cuando las Mareas
Educativas rodean el Congreso –que luego ni lo rodean, porque antes les cae una
somanta a palos estupenda y luego unas multas del copón– nos sentimos atacados.
La educación no es un ejercicio de Libre oportunidad. La Educación es una cosa
de ricos y del santo apóstol de la Obra Nueva. La Libre oportunidad o la
Educación libre para Podemos o para Borrel, menudo pringao.
Por eso cuando las Mareas
Sanitarias nos llevan a juicio y paralizan iniciativas, de aquí te quito –Ramón
y Cajal, 12 de Octubre o La Princesa– y aquí te pongo –Boadilla, Pozuelo o
Majadahonda– y con sus policías,
fiscales y jueces rojos nos paralizan o nos entorpecen el negocio, nos fastidia.
La Sanidad no es un servicio
Universal y gratuito, la Sanidad es un privilegio para quién la pueda pagar. La
buena Sanidad es para ricos. La Sanidad esa, Universal y gratuita, para Podemos
o para Borrel, que cada día es más pringao!!!